Cuando piensas que ibas bien resulta que no y que una vez más te dicen lo que no querias escuchar. Dijiste que nunca más lo aceptarías pero nuevamente caes, y al segundo después deseas haber dicho que no cuando aún estabas a salvo. Pero no importa porque en ese mismo segundo te diste cuanta que igual la pasaste bien y te recordó que antes debes pensarlo 10 veces. Miras, piensas, tratas de relajarte. Nada funciona.
FFormat, un festival para la creatividad
Hace 3 semanas