21 marzo 2010

vivir en el campo

Mi abuela materna vive en el campo, específicamente en monterilla una localidad pequeña antes de llegar a Curicó. Cuando la visite en febrero, pensaba y pensaba como sería vivir aquí y realmente por mucho que me guste venir a visitarla creo que no podría vivir aquí por muchos motivos.

Me aburro con facilidad, realmente si te gusta el campo siempre va a ver algo que hacer, como por ejemplo (aplicado a las actividades que se pueden hacer en la casa de mi abuela):

- ver los animales (caballos, gallinas, los pollitos nuevos, etc)
- salir a caminar
- comer choclitos con margarina, humitas, pastel de choclo
- ver televisión con mi abuela
- ir al embalse
- andar en caballo

y eso sería...
en realidad la vida es tan tranquila acá que terminas durmiendo, durmiendo, durmiendo.

En verano la mayoría de mis tíos trabajan y no se dan vacaciones así que dependo de mis primos menores para ver si sale algún panorama.
Es que acá la vida es tan tranquila que aburre, es súper lindo por una parte porque uno realmente descansa y despierta relajado y alegre, más oxigenado como decía un amigo, y es cierto, es rico caminar por la tardes acá, poder ver las estrellas que en Santiago apenas se ven, y disfrutar de las humitas, las sandías, lo pasteles de choclo y del cariño de la abuela consentidora.
Se respira un aire distinto, pero lo que no cambio por nada del mundo, es poder andar en caballo, desde chica me enseñaron a andar en caballo y es algo que agradesco porque diganme si no hay algo más lindo y entretenido que pasear en caballo, mi tío rodrigo un tiempo tuvo solamente caballos corraleros, acostumbraban ir a las medias lunas a los rodeos y tratar de llegar al champion en rancagua, me gustaban esos caballos, eran medios chúcaros si, pero me gustaban.

La familia de mi mamá es grande, son 11 hermanos, así que imaginense. Cuando era chica me gustaba tanto la casa de mi abuela, la antigua la de adobe. Ahora viven en una de cemento construida unos metros mas atrás de la casa antigua por la construcción de la autopista.

Recuerdo que era genial esa casa con un comedor inmenso en donde cabíamos todos todos y eran geniales los almuerzos, bien conversados y una se quedaba sentada hasta el último momento porque quería escuchar que es lo que hablaban los grandes.
Pero había algo que odiaba y es que en esos almuerzos la bebida era el premio así que si no te comías todo no tomabas bebida, un día mi abuela hizo porotos, en ese tiempo cabra chica mañosa no quería comer no más, y mi abuela me tuvo sentada hasta las seis de la tarde cuando finalmente me los comí helados, y recién ahí tuve mi vaso de bebida, otros tiempos, otra crianza.

Pero yo no podría vivir en el campo, necesito hacer cosas, salir, caminar, carretear, leer en una biblioteca y recorrer el centro sin saber exactamente que es lo que busco.

1 comentarios:

El autor dijo...

vivi toda mi vida en Stgo y llego un momento en que sentia que no habia nada mas por hacer en la "capitale" Asi que me "jarte" (como dicen los portorros), y me fui a vivir a una jungla llamada Puerto Rico. Muy lindo, con playas espectaculares, pero un calor apestoso y una isla tan pequena que despues de 2 años se convirtio en una carcel. Y ahora vivo en el campo en el noroeste de USA. Esto es vida mija. Cero ruido, y nadie te roba nada (mi casa no tiene rejas) No hay mucho que hacer, es cierto, pero uno puede tomar el auto o la moto e ir a donde se te antoje: campos, rios, lagos, montanas con nieve, etc. Eso no se puede hacer en la cuidad. Asi que si usted es una citadina, olvidese del campo. En lo personal la cuidad me encanta, y de vez en cuando extrano el ruido de las calles, los edificios, y la gente corriendo sin importarle quien va al lado, pero vivir en el campo es la raja. Fijate lo saludable que deben ser tus parientes.

Saludos desde el norte.