19 agosto 2008

Curicó


Este jueves recién pasado por fin pude viajar a ver a mi hermana y mis sobrinos a curicó, hace tiempo no los veía, los extrañaba demasiado y para que contar las ganas que tenía de escaparme un rato de Santiago.
Me fui el jueves alrededor de las 21:00 hrs. Yo y mis geniales ideas, se me ocurrió viajar en fin de semana largo, todo copado pero como soy pilla igual no más viajé y muy cómodamente.
Llame a mi cuñado que me fue a buscar al terminal y lo primero fue que vi a Cristóbal mi sobrino sentado en el asiento trasero, ay... me dio hasta pena hace mucho que no lo veía lo abrace fuerte y le dí un beso en su congelada mejilla que poco a él le importaba, porque él quería salir a buscar a su Tía Connie según me dijeron después, mi Hermana mayor como siempre igual de relajada que siempre me abrazo y me dijo "¿teni hambre?". Ese día salí temprano a una microgrupal del adopta hice unos tramites por aquí por allá y termine llegando a mi casa a la hora de los quesos, yo quería viajar a las 18:00 si se podía. "Si jani tengo hambre".
Mientras disfrutaban de un bajativo los papás de mi cuñado me devoré una pizza que me tenían guardada y abrazaba a la Sofía que cada día esta más linda y grande, ah y claro un torbellino andante.

Fue un viaje genial que hace tiempo venía planeando, fue corto sí pero las tomas y paros en la U no dieron para más.
Descansé, dormí harto harto y me desconecte su buen resto del mundo porque hay momentos en que me encanta saber que el celular no tiene cobertura.
Allá todos los santos y cumpleaños se celebran sagradamente cada año, y ni siquiera la lluvia más torrencial apaga los ánimos, si para eso hay chimenea, salamandra y esa mesa grande que alberga a todo aquel que llegue.
Eso es lo único que no me gusta de Curicó siempre vuelvo con un kilito de más porque allá no hay excusas, ud. come si o si, a que vino entonces si no come, pero yo no me niego, yo disfruto.

El sábado nos encontramos lo primos y salimos a bailar, todos habíamos terminado el semestre y milagrosamnte nuestras vacaciones coincidieron, había que celebrar ahora si que sí que había pasado todos mis ramos. Fue cuando me iba camino al local que mi sobrino me mató con lo que dijo, "¿se va tía?, porque si se va yo la voy a esperar aquí hasta que ud. vuelva" ¿como se responde a eso?.

Este viaje fue diferente, me dí cuenta de que soy una figura importante para mis sobrinos y no solo por sus palabras, y su cariño demostrado en cientos de besos, porque realmente saben que tienen una tía "uniii" (así me dice Sofía) que vive en Santiago que esta preocupada de ellos y de lo que les pasa y de cuantos centímetros han crecido en cada viaje de visita y de que los amo con todo mi ser, y eso es lo que me asombra tienen conciencia de quien soy.

Y eso pues por ahora de ahí les cuento anécdotas del viaje.

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